Desde que nació Leo parece que todas mis «atenciones fotográficas» hayan sido dirigidas únicamente hacía él. Efectivamente, en realidad, es en parte así; da la casualidad de que en este periodo Luca no quiere ser fotografiado, más bien prefiere ser él el fotógrafo, como su papá.
Pero la razón principal y más evidente es que este es un momento en el que Leo está en continuo cambio, creciendo, con cada día que pasa, un poquito más. Un momento que dura muy poco y que no volverá nunca más. Es por eso que no puedo hacer otra cosa sino coger mi cámara y sacar fotos. Y eso es lo que he estado haciendo, aunque bueno, el hecho de que Luca no haya sido el sujeto de mis últimos artículos, no quiere decir que no le haya hecho ningún caso «fotográficamente» hablando.
Pero está claro que aquí en el blog Leo está en su momento de protagonismo. Todas mis últimas entradas le han tenido como sujeto principal. Desde “Preparándome para su llegada” a «Noches de leones» pasando por «El primer mes» el protagonista ha sido siempre él.
En El primer mes (puedes leer el artículo entero aquí) te estuve contando como transcurrió mi primer mes de bis-paternidad enseñándote muchas fotos sin, pero, explicarte nada acerca de como las hice. Pero hoy ha llegado el momento.
Es que en realidad mientras estaba preparándome para su llegada no solo estuve construyendo cosas, sino que también estuve estudiando mucho, intentando aprender todo lo posible en un sector de la fotografía retratistica de niños en la que no tenía mucha experiencia aún. Estoy hablando de la fotografía newborn. Quería estar listo para cuando Leo naciese.
Así me preparaba yo para su llegada… y afortunadamente todos mis esfuerzos han valido la pena.
Gracias a todo el estudio previo pude realizar muchas fotos preciosas e incluso «atrevidas», diría yo, como la foto de la ranita en la que el bebé sujeta su cabecita con sus manos. Y todo esto sin torturar al niño y con la seguridad de quien lo había estado haciendo desde toda la vida.
Como te decía antes, hoy ha llegado el momento de compartir contigo todo lo aprendido. Es más, te voy a entregar el decálogo para tener éxito en la fotografía Newborn y para que disfrutes del bonito momento con tu familia sin que sea motivo de frustración y estrés.
Decálogo:
1 – El calorcito
Aunque sea verano tendrás que poner la calefacción o usar un calefactor eléctrico como hice yo. Porque considera que los niños hasta unos pocos días antes estaban en la barriga de la madre a 37 grados y aún no saben regular del todo su temperatura corporal. Así que echan de menos ese calorcito.
2 – La barriga llena
Es bastante evidente. Si ya yo me encuentro de peor humor cuando tengo hambre, ¡imaginémonos un bebé que cada tres horas necesita comer para crecer!
Con la barriga llena el mundo nos parece un lugar mejor, y eso pasa también en los bebés.
3 – Antes de los 15 días
En las dos primeras semanas de vida los bebés suelen dormir casi todo el día y además son todavía muy elásticos y pueden ponerse en cualquier postura sin estar incómodos.
A partir de la tercera semana puede pasar que les empieza a escamar la piel, pueden aparecer granitos o manchas. Pueden llegan los coliquilllos y también empieza a cambiar el ciclo de sueño del bebé, así que ya no se quedan tan dormidos con tanta facilidad.
4 – El ruido blanco
Es una útil herramienta. Probablemente este tipo de ruido les recuerda lo que han estado oyendo durante nueve meses en el vientre materno. El ruido blanco suele calmarles y dejarlos listos para dormir, y si no, en un estado de alta tolerancia… 😉
Existen muchas aplicaciones para smartphones que producen todo tipo de ruidos blancos. Desde el secador del pelo (el favorito de Leo) hasta el sonido de la lluvia durante un chaparrón. Y la mayoría de ellas son gratuitas.
5 – El chupete
Usar el chupete durante unos minutitos para calmar al recién nacido puede ayudarte mucho y, sobretodo, salvar una sesión que a lo mejor podría terminar antes de empezar.
6 – Disfrutar de la sesión con tu familia
Si eres tu también un padre o una madre que está fotografiando su hijo, lo mejor que puedes hacer es disfrutar de la sesión con tu familia. Al fin y al cabo esas fotos os recordarán ese momento y si no fue muy bonito de nada te servirá haber conseguido una preciosa foto.
Para que te sea más fácil disfrutar del momento, a parte de poner una música agradable, puede ayudarte el punto numero 7:
7 – Tener todo listo
Que nadie tenga que esperar tiempo muertos. Ten todo listo y a mano antes de empezar la sesión. Coloca las luces, si es que las vas a usar, controla los ajustes de tu cámara para que puedas sacar una foto bien expuesta desde principio. Planifica antes como vas a realizar la sesión y que fotos harás. Vamos, tenlo todo listo.
8 – Usar luz continua
Siempre que puedas intenta no usar luz flash con recién nacidos. Para eso lo ideal es recurrir a la luz continua de un softbox o la luz de una ventana.
No se donde y no recuerdo cuando, leí por internet que la luz de los flashes puede dañar las células de la retina de los bebés. Sea verdad o no, no lo se, pero la duda me es suficiente para prevenir el problema.
9 – Usar focales luminosas
Puesto que estas sacando fotos en interiores te ayudarán a obtener una foto bien expuesta sin tener que subir mucho los ISO ni usar tiempos muy lentos. Además la amplia apertura del diafragma conferirá a tus fotos muy poca profundidad de campo y un aspecto más profesional.
10 – Disparar en modo ráfaga
Bueno este último consejo en realidad es valido siempre que estas sacando fotos a niños, y no solo a bebés. Puesto que suelen moverse mucho te ayuda a tener más probabilidades de conseguir un buen disparo. Obviamente si consigues que tu sujeto se quede bien dormidito, podrías no necesitarlo tanto. Y bueno, quería hacer un decálogo y me faltaba el décimo punto. Y como que un “nonálogo” no quedaba igual de bonito. 😜
Todo lo que acabas de leer y más, lo podrás ver pronto en un vídeo en mi canal de Youtube: unpapafotografo así que ya sabes, suscríbete a mi canal y no te pierdas ningún vídeo.