Hemos pasado el fin de semana entero a planificar las vacaciones y creo que esta foto nos salió del corazón a los tres aunque yo iba tras ella ya desde hace varias semanas. Sólo estaba esperando encontrar un bolso suficientemente grande y resistente para que cupiese Luca sin peligro alguno. Así que hoy toca sesión de estudio!
Bueno… eso no es del todo cierto. En realidad estas fotos las hice en mi salón, lo que pasa es que cuando toca sesión de estudio hacemos una pequeña revolución moviendo la mesa, las sillas, las lámparas y un poco también el sofá para que pueda montar la escena y colocar los iluminadores, como si estuviéramos en un estudio fotográfico.
No es muy complicado hacerte un rincón en tu propia casa para que puedas hacer retratos como si estuvieras en un estudio fotográfico. Tan solo necesitas una pared blanca (aunque no necesariamente) y sin cuadros ni otros elementos que puedan desviar la atención. Lo que claramente es importante es tener una buena iluminación así que tienes que tener también sitio para colocar tus iluminadores, y si no dispones de ellos procura que tu trozo de pared esté cerca de una ventana. Nunca hay que subestimar la utilidad y belleza de la luz natural.
Yo para esta foto he usado un softbox grande puesto a la izquierda para iluminar los rostros y uno más pequeño en la parte derecha y desde arriba para que, iluminando desde atrás, confiera una sensación de tridimensionalidad. La misma luz con ligeros reposicionamientos la he aprovechado para los dos siguientes retratos:
Pues nada, ahora no nos queda más que empezar a seleccionar lo que hay que meter en las maletas!